Como agencia especializada en
SEO en Barcelona, proseguimos con la serie de artículos sobre el pasado, presente y futuro del posicionamiento web, para aportar reflexiones que puedan resultar útiles al sector del
marketing digital y a nuestros clientes (aquí puedes consultar el
primer y el
segundo de la serie). Hoy os hablaremos de las webs de comparadores y su efecto en nuestro SEO.
Hay determinadas tendencias en el mercado que han hecho que cada vez sean más los consumidores que antes de decantarse por la compra de un producto o la contratación de un servicio consulten online la información sobre los mismos y, sobre todo, comparen precios entre las empresas que los ofertan. Esto se debe a que los comparadores representan para el usuario un ahorro de tiempo y dinero, que han tenido un boom en los últimos años de crisis pero que las cifras indican que es una tendencia estable y se va a quedar.
De hecho, el crecimiento de los comparadores en los últimos años ha sido exponencial. En estos momentos ya podemos encontrar este tipo de webs para casi cualquier negocio o mercado: de seguros, viajes, alimentación, crédito, móviles y muchas cosas más. Los últimos estudios de comportamiento en Internet nos indican que 9 de cada 10 consumidores comparan precios antes de adquirir un producto o servicio. Un ejemplo claro es Rastreator, uno de los comparadores de referencia en el mercado español (originalmente un comparador de seguros pero que va ampliando mercados y podría convertirse en un comparador total), que informa que desde sus orígenes ya han comparado productos 14 millones de personas, con una tasa de repetición del 90%.
¿El auge de los comparadores online afecta a nuestro SEO?
Sí, y mucho. Y es lógico ya que la cantidad de información y enlaces que contienen este tipo de webs facilitan un buen posicionamiento orgánico. Y además ellos suelen invertir grandes cantidades de presupuesto en enlaces patrocinados, lo que hace más agresiva la lucha de las marcas por ocupar un espacio en la primera página de resultados. La relación de los buscadores con las marcas es compleja: por un lado, los comparadores se ven como una oportunidad para atraer tráfico y ventas a la página web por otros canales, pero por otro lado su actividad conlleva un encarecimiento de los leads o ventas conseguidos, al añadir un eslabón más al ciclo de compra del producto o servicio, ya que los comparadores no dejan de ser intermediarios entre la marca y el consumidor final. El comparador no hace crecer el mercado, sino que lo dinamiza y organiza, probablemente de forma más eficiente. Ante las críticas de determinadas marcas, los comparadores se defienden argumentando que con su irrupción sólo deben sufrir las marcas que no sean competitivas con el resto en cuanto a relación calidad precio.
En cualquier caso, la competencia de los comparadores hace que las marcas vean sus posiciones desplazadas en los rankings tanto en SEM como en SEO, perdiendo visibilidad y oportunidades de conseguir los objetivos directamente desde su página. Ahora bien, como hemos apuntado, esa pérdida de SEO, SEM y visitas puede verse compensada por las ventas a través de los comparadores. Tenemos derecho a quejarnos si estos cambios no nos gustan, pero siendo honestos, no estamos en disposición de cambiarlos. Quizá el planteamiento más sensato es buscarle los elementos positivos y sacarle partido: con la llegada de los comparadores se abre un abanico de posibilidades para estar presente allí donde se encuentra nuestro público potencial. Así que tener a los comparadores como aliados se presenta como una opción mucho más atractiva que competir contra ellos.